martes, 6 de marzo de 2012

Los chicos del coro

Es una película de Christophe Barratier, producida en Francia y Suiza en 2004.
La historia se desarrolla en 1949, en un internado francés de reeducación de menores. El director de este centro, Rachin, usa un sistema educativo demasiado represivo sobre los alumnos y aun así no consigue mantener la autoridad sobre los más problemáticos.
Clément Mathieu, profesor de música en paro, llega al centro para trabajar como vigilante. Tras su llegada al centro comienza a ver el sistema educativo que utiliza el director y la conducta que tienen los alumnos, y no está de acuerdo con los métodos que se utilizan. Tras esto, Mathieu, intenta ganarse a los alumnos y empieza a darse cuenta de que la música los atrae poderosamente y va consiguiendo cambiar sus conductas a través del canto.
Descubre que entre los alumnos hay grandes voces y monta una obra con ellos que hace que sus vidas se transformen para siempre.

Para quien no haya visto la película, aquí os dejo el tráiler:


En la película Mathieu utiliza la imaginación y el arte para cambiar la conducta de los alumnos; ya que con la imaginación somos capaces de anticiparnos a lo dado, y también capaces de elaborar nuevas y distintas visiones y posibilidades, el imaginó que la música era una posibilidad de hacerles cambiar. Ya que el ser humano, es un animal capaz de imaginar y crear fantasías porque es un animal con una hiperfunción cerebral y mental, por la que se llena de imágenes y fantasmagorías, de las que surge un rebosante “mundo interior”. A ello se debe precisamente que tenga tantas cosas que decir y que hacer, y por eso necesita el lenguaje y las producciones artísticas; el primero, porque mediante él expresa lo que las palabras y sus reglas permiten decir; y las segundas, porque le ayudan a contemplar y a expresar la belleza en cualquiera de sus manifestaciones.


Los alumnos a través de la música empezaron a descubrir y expresar sus sentimientos, y comenzaron a vivir una experiencia estética, que se trata del encuentro que el ser humano tiene con la realidad, es decir, consiste en captar la belleza que el arte y la naturaleza nos proporciona. El arte está directamente relacionado con nuestra capacidad de sentir y de simbolizar la realidad y constituye, por tanto, una forma más de comunicación humana, que no sustituye al lenguaje, sino que lo complementa, ya que hace posible la expresión de la belleza más allá de las palabras.
Una de las características de la experiencia estética es que transforma la visión de la realidad, haciendo que el mundo parezca más liviano y la vida más llevadera; a través de ella se descubre un nuevo sentido de las cosas. Por tanto, los alumnos con esa experiencia estética que les da la música y el arte empiezan a cambiar sus conductas, y esto, permite a Mathieu demostrarle al director, Rachin, que no hace falta utilizar esos métodos tan estrictos, sino que imaginando y creando nuevas posibilidades se puede cambiar el sentido de las cosas.

Carmen Durán Márquez - 1ºBachillerato HCS

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